Autor: Felipe Vergara
agosto 28, 2023 / Historias
Laura, una ejecutiva con experiencia en una empresa tecnológica de rápido crecimiento, se encontraba ante una encrucijada profesional que amenazaba con estancar su carrera. A pesar de su experiencia y de contar con un equipo talentoso, la productividad estaba en picada y la moral de su equipo en un punto peligrosamente bajo. Agobiada por la magnitud del problema, se replanteó su enfoque de liderazgo. Tras una profunda introspección y estudio, dio con el modelo de liderazgo situacional. Pero Laura sabía que necesitaba algo más para manejar la envergadura de tareas y detalles que suponía dirigir un equipo tan grande: así fue como incorporó TRINO 360®, un software de gestión de actividades, a su arsenal gerencial.
Laura se dio cuenta de que parte del problema residía en la complejidad inherente a un equipo con talentos y responsabilidades tan variados. La falta de comunicación, la incertidumbre sobre las expectativas y la carencia de un feedback efectivo se habían combinado para crear un ambiente laboral toxico. Algunos empleados estaban desconcertados y desmotivados, mientras que otros, sintiéndose ignorados, optaron por el mínimo esfuerzo.
Laura usó TRINO 360® para realizar una evaluación con datos objetivos de la madurez, habilidades y desafíos de cada miembro de su equipo. Esto le permitió clasificar a los colaboradores en categorías como ‘poco capaces pero confiados’ y ‘capaces pero inseguros’, y adaptar su estilo de liderazgo en consecuencia.
Para los colaboradores que eran poco capaces pero confiados, Laura decidió adoptar un enfoque más persuasivo y directivo. Utilizó TRINO 360® para asignarles tareas muy específicas, acompañadas de plazos claros y métricas de rendimiento. Para aquellos que eran capaces pero inseguros, se inclinó por un enfoque participativo. Instauró reuniones regulares para el feedback y generó compromisos, alentando la toma de decisiones y la resolución de problemas de manera colaborativa.
Lo que realmente marcó la diferencia fue la capacidad de TRINO 360® para gestionar un gran volumen de actividades y detalles, algo que suele ser una pesadilla logística para cualquier ejecutivo. Laura pudo personalizar las tareas para cada miembro del equipo, seguir su progreso en tiempo real, y adaptar sus estrategias de liderazgo sobre la marcha, todo sin perderse en la avalancha de información.
Las mejoras no tardaron en llegar. En el primer trimestre después de implementar estas estrategias, la productividad del equipo aumentó un notable 22%. Pero más importante fue el cambio en la cultura del equipo: los niveles de satisfacción se dispararon y el sentido de responsabilidad y propósito se renovó entre los colaboradores.
Laura había roto las barreras tradicionales del liderazgo. Su enfoque flexible, impulsado por la poderosa combinación del liderazgo situacional y la estructura metodológica proporcionada por TRINO 360®, transformó un equipo al borde del colapso en un modelo de alta eficiencia y compromiso laboral.
Historia ficticia construida a partir de casos reales y documentados